El naming es una parte fundamental del marketing de un producto, marca o empresa. Es el primer impacto que tienen los usuarios al conocernos por eso debemos cuidarlo; entender su importancia en publicidad es clave para vender.
El naming se encarga de dar nombre a algo intangible como es la marca. En el momento en el que se da el nombre a una marca esta adquiere parte de su significado, o de lo que los usuarios percibirán en esta. Y aunque parezca un proceso totalmente creativo, es un 80% analítico y un 20% de creatividad.
Un buen naming, debe ser distintivo, fácil de recordar, que tenga expresión, coherente con la marca de la compañía, debemos tener en cuenta tanto el idioma como la dirección de lectura de cada país. No sería la primera vez que al traducirlo el nombre de una marca significa algo diferente a lo que se pretendía transmitir e incluso se perciba como negativo.
Puede ser todo un fracaso… o puede darse que generes tanto impacto que te conviertas en trend.
Aquí se pasaron…
Algunos errores que no debes cometer:
«Cuando Coca-Cola se lanzó en China, la compañía bautizó al refresco con una serie de caracteres que al leerse se pronunciaran exactamente igual que Coca-Cola. El problema es que el significado en chino de esos caracteres quería decir: Muerde el renacuajo de cera».
«El fabricante de productos para el cuidado del cabello, Clairol, lanzó una plancha para rizos al mercado alemán con el nombre Mist Stick. Una vez en el mercado descubrieron que ‘mist’ en alemán significa estiércol y, por tanto, el nombre del producto era ‘Palo de Estiércol’».