El Arte Final es el archivo último que se envía a imprenta.
Tenemos que asegurarnos de que los resultados en imprenta respeten todas las características definidas por nosotros, por ello, debemos prestar atención y configurar cuidadosamente el archivo que enviamos a producción.
Normalmente se utiliza como Arte Final un PDF. Recordemos que nuestro fin es la imprenta así que necesitaremos un formato universal para la correcta lectura del fichero.
Si no tienes experiencia en preparar este tipo de archivos, realizar correctamente un Arte Final puede ser complicado y darnos muchos quebraderos de cabeza.
Para realizarlos tenemos que tener en cuenta varios elementos:
Antes de guardar, echa un vistazo a las faltas de ortografía, caracteres ocultos o texto desbordado. Recuerda que las mayúsculas también se acentúan 🙂
Revisa el modo de impresión, a priori, siempre tiene que estar en cuatricromía (CMYK). En algunas ocasiones puede que se necesite alguna tinta plana o Pantone para situaciones especiales, pero no es lo común. Asegúrate de no tener el archivo en RGB (sistema luz utilizado en pantallas). Si requieres algún tipo de tinta en particular, barniz o acabado, consulta con la imprenta.
Imagina que el impresor recibe el archivo y al imprimir se le cambian las tipografías y se te descoloca todo el contenido. Para evitar situaciones infernales como esta hay que trazar/expandir los textos.
Las fotografías e imágenes tienen que estar sí o sí en 300ppp pues, si no, perderán calidad y su resolución no será suficiente para la impresión. Para gran formato con una resolución de 150ppp podría ser suficiente. También tienen que estar en CMYK (puedes cambiar el modo de imagen en Photoshop, por ejemplo).
Dependiendo de la imprenta y de sus máquinas, algunas preferirán que tu catálogo sea en pliegos o en páginas sueltas, pregunta cómo tienes que enviarlo, lo agradecerán.
Colócalos en otra capa aparte y señálalos con una tinta plana (nómbrala) esa información se guardará en el PDF y podrá visualizarla el impresor. Intenta explicarle al impresor todo lo necesario para la correcta realización del proyecto.
La sangre es el margen que se le añade al documento. Esto se realiza para que al cortar con la guillotina no queden filetes blancos y el corte quede limpio. Para que sea útil, extiende tus imágenes y elementos que estén en el límite del área de impresión.
Normalmente se añade una sangre de entre 3 y 5 mm.
Las marcas de corte son pequeñas líneas que delimitan el área de impresión y ayudan al impresor a guillotinar con facilidad.
Los “artefinalistas” son personas que se dedican exclusivamente a este proceso: revisar y crear un buen archivo final.
Si algo no te queda claro consulta con tu imprenta y seguro que te lo explican encantados.