El mundo digital es un pesado, no para, está siempre transformándose, constantemente y el marketing, obviamente, lo hace a la par. En este proceso de continuo desarrollo surgen, globalmente, dos conceptos que a su vez, generan dos caminos que se cruzan, entrelazan y, en ocasiones, combinan.
En definitiva son dos técnicas de marketing, el inbound y el outbound marketing y pueden lograr potenciar los resultados de las empresas, negocios e instituciones. Aunque la finalidad es la misma, el proceso para conseguir éxito con ellas es totalmente diferente, no obstante, también pueden trabajar de la mano porque as we said before no son estrategias excluyentes.
Consiste en generar ventas a través de canales en los que se propicia que los receptores tengan feedback de los emisores. Buscan llegar a los potenciales clientes de una manera más pregante, más personal, y se potencia la búsqueda de leads, de embajadores de marca . El estudio previo a realizar en la definición de la estrategia de inbound marketing y las posibilidades métricas y de análisis lo hacen más eficaz pero también, más eficiente, cosa más importante. Aunque, sin lugar a dudas, requiere un mayor esfuerzo, que, a la larga, merece la pena.
Inbound marketing nace de la tendencia natural ante el exceso de impactos, de que los usuarios prestan muuucha más atención a aquellas cosas que cubren sus necesidades o que dan soluciones a sus problemas, por lo tanto, se focalizan en que los productos y/o servicios y/o marcas, actividades, etc., etc. de la empresa lleguen solo a esas personas.
El Outbound marketing consiste en generar ventas a través de canales unidireccionales, es decir, los receptores no pueden interactuar de la misma manera con los emisores, como por ejemplo la televisión, la radio, la prensa…
Además, no tiene como función principal la segmentación, se lanza dentro de una gran masa intentando captar números grandes, simplificando mucho, mucho las cosas, algo así como cazar moscas a cañonazos. Por lo tanto, este método es menos eficiente y se necesitan más recursos económicos porque necesitas llegar a más gente para poder conseguir potenciales clientes.
Es un método más tradicional que el inbound marketing y su función principal es la visibilidad.
Cerrarse en banda y obcecarse a una sola opción suele ser un mal consejo. Ahora que el consumidor consume cuando lo necesita y no cuando la marca se lo dice, el inbound puede ser una buena solución. Sin embargo, no hay que olvidar las estrategias tradicionales del outbound para completar una campaña perfecta.